En la actualidad, los videojuegos y las pantallas son una parte integral de la vida de niños y adolescentes. Aunque pueden ofrecer entretenimiento, aprendizaje y socialización, también es cierto que su uso excesivo puede derivar en problemas serios, como la adicción. Reconocer si tu hijo está desarrollando una relación no saludable con las pantallas es clave para tomar medidas a tiempo.

¿Qué es la adicción a videojuegos?

La adicción a los videojuegos es un trastorno del comportamiento reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «trastorno por uso de videojuegos». Se caracteriza por un uso compulsivo que interfiere con las actividades diarias, las relaciones y la salud mental.

Señales de alerta

Algunas señales que pueden indicar que tu hijo/a está desarrollando una adicción:

1. Descuido de la salud: Falta de sueño, alimentación inadecuada o fatiga constante.

2. Prioridad absoluta a los videojuegos: Prefiere jugar antes que realizar otras actividades importantes, como estudiar, comer o socializar.

3. Dificultad para controlar el tiempo de juego: No puede detenerse, incluso cuando se le ha puesto un límite claro.

4. Cambios en el estado de ánimo: Se irrita, enoja o entristece si no puede jugar.

5. Problemas académicos: Descenso en el rendimiento escolar o falta de interés en las tareas.

6. Aislamiento social: Rechaza invitaciones para salir o interactuar con amigos y familiares.

¿Cómo prevenir y abordar el problema?

Si sospechas que tu hijo/a podría estar desarrollando una adicción, estas estrategias pueden ayudarte:

1. Fomenta la comunicación abierta: Habla con el/ella sobre cómo se siente cuando juega y por qué dedica tanto tiempo a ello. Escucha sin juzgar y muestra empatía hacia sus emociones.

2. Establece horarios equilibrados: Define horarios claros para el uso de pantallas, asegurándote de incluir tiempo para otras actividades como el ejercicio, el estudio y las reuniones familiares.

3. Promueve actividades alternativas: Ofrece opciones atractivas fuera de las pantallas, como deportes, clases de arte o salidas al aire libre. Esto ayudará a diversificar sus intereses.

4. Modela buenos hábitos digitales: Como padres, también es importante limitar nuestro propio tiempo frente a las pantallas y demostrar un uso responsable de la tecnología.

5. Busca ayuda profesional si es necesario: Si el problema persiste o empeora, considera buscar apoyo de un psicólogo/a especializado en adicciones tecnológicas. Ellos podrán trabajar con tu hijo/a para desarrollar estrategias de manejo saludables.

Recursos para las familias

1. Talleres sobre uso responsable de tecnología: Muchas escuelas y organizaciones ofrecen programas educativos para padres y adolescentes.

2. Aplicaciones de control parental: Estas herramientas permiten gestionar el tiempo de pantalla y establecer límites.

3. Grupos de apoyo: Compartir experiencias con otras familias puede ser útil para encontrar soluciones efectivas.

«El uso de pantallas y videojuegos no tiene por qué ser negativo, pero el equilibrio es fundamental. Como padres, nuestra tarea es guiar a nuestros hijos para que desarrollen una relación saludable con la tecnología, ayudándolos a crecer en un entorno que fomente tanto el disfrute como el bienestar. Si sospechas que tu hijo/a podría estar en riesgo de desarrollar una adicción, actúa pronto y busca apoyo profesional si lo necesitas. La prevención y el acompañamiento son las mejores herramientas para garantizar su salud emocional y social.»

Carla Hidalgo, psicóloga.

Si crees que tu hijo o hija tiene una adicción a pantallas o videojuegos, ponte en contacto con el equipo de Centro Miraflores y te asesoraremos sobre nuestros tratamientos especializados.

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